Polillas

Existen numerosas especies de polillas que son capaces de causar daños, y por tanto pérdidas económicas, en productos y alimentos almacenados, como son la polilla mediterránea de la harina (Ephestia kuehniella) o la de los frutos secos (Plodia interpunctella).

             

Las larvas de polilla pueden causar daños considerables en los productos almacenados cuando se alimentan de ellos o los contaminan con sus propias aportaciones, como telillas y deyecciones. Los adultos no causan daños, porque ingieren alimento líquido y agua o no se alimentan en absoluto. Los subproductos de las larvas (telillas y deyecciones) son especialmente problemáticos. Las telillas pueden cubrir completamente la mercancía y bloquear máquinas y conductos. El problema se acentúa cuando se mezclan con deyecciones, comida y residuos en general.